miércoles, 7 de octubre de 2009

San Benito: El santo de los milagros



La capilla localizada en el Real de San Carlos, inaugurada en 1761, habría sido construida de barro, piedra y adobe, de aproximadamente veintidós metros de largo y unos ocho metros de ancho.
El Santo protector de dicha capilla se llama San Benito de Palermo, más conocido por la ciudad con el nombre del “Santo Negro”.
San Benito de Palermo, nació en una aldea llamada San Filadelfo, que pertenecía al Obispado  de Messara, Sicilia.  Hijo de padre y madre moros, pero de religión católica.
San Benito, viste hábitos de color marrón, ya que pertenecía  a los discípulos de San Francisco de Asís.
Se desconoce la fecha en que realmente el santo llegó a nuestra ciudad, por eso hay varias historias que narran dicha llegada…
Una historia cuenta que una mañana fría de invierno, los indios que habitaban nuestras cosas del Río de la Plata, vieron flotar un bulto, creerían perteneciente a alguna embarcación, pero era en realidad la figura del San Benito de Palermo, que no se descarta pudiera ser el protector de alguna embarcación.
Se cuenta también que a partir de un tronco de un árbol, de manera manual y  tallándolo  los indios le dieron forma al santo. Se narra también que este vino junto con las tierras donadas por la señora Rita González, una mujer morena, que pidió este sea el protector en honor a su raza.
San Benito, fue denominado el “Santo de los milagro” por los colonienses, que desde hace épocas atrás, cuando había grandes sequías, los peregrinos y vecinos del lugar sacaban al santo en procesión, como ritual de llamado a la lluvia. Se comenta también que hasta se llego a enterrarlo para poder alcanzar el fin.
Hoy en día  se continua realizando este ritual, sacando al Santo en procesión hasta aproximadamente la rotonda frente al club San Carlos, sobre todo en épocas de  grandes sequías, poniendo toda la fe y confianza en que el Santo Negro realice su milagro.



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